Dormir es bueno, te olvidas del dolor, los problemas y el estrés
por un rato. Le decimos al cerebro que por favor no piense tanto ¡Que
necesitamos descansar! Dormir es la única ocasión para sentir la verdadera
libertad, porque no hay reglas en el sueño. Es algo tan bueno que me parezca
increíble que sea gratis… Dormir es rico aunque uno siempre se despierte pobre.
¿Algo que no me gusta? Es que me despierten cuando estoy trabajando. Hay cosas
que nunca entenderé, por ejemplo recuerdo que de pequeño me obligaban a dormir,
ahora ¡Me obligan a levantarme! No sé si soy “bello” pero “durmiente” eso sí
que lo soy. A veces digo: ¡No quiero dormir! No quiero dor… No quie… No… Zzzzz.
Dormir es fácil, lo difícil es levantarse. Hay días que me levanto de la cama y
la cama me mira con esa cara de “vuelve a mi” y yo vuelvo ¡Se trata de una
relación seria! Entonces le hablo a mi soledad y le digo: “Arrópese y abrázame
que vamos a dormir juntos, cualquier emergencia me avisan que yo en la tarde
respondo… ¡El Rey está descansando, deje su mensaje! A veces desearía dormir
unas 8760 horas seguidas… Otra cosa que me encanta es ¡La tomadera! Pues tomo
mi almohada, tomo mi cobija, tomo mi cama y a dormir!!! Y si saben contar, no
cuenten conmigo… Benjamín Griss dijo en una ocasión: “Tu preocúpate por dormir,
ya vendrá alguien que te quite el sueño”… Mientras llega ese momento... ¡A
dormir se ha dicho!