Ella es una mujer que aunque pierda siempre arriesga. Una mujer
que le fascina dar todo ¡Nunca a medias! Porque no le gustan los amores en pobres versiones incompletas.
Es una mujer sentimental, libre, soñadora, vehemente, decidida y muy desmedida
a la hora de amar. Una mujer a la que en más de una ocasión ya le han roto el
corazón, pero su corazón es terco y rebelde, tanto que, a pesar de todo siempre
sigue creyendo en el amor. Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse en
un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal.
¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirla con su fúnebre crespón, pero jamás en
ella podrá apagarse la llama del amor. Ella sabe que las cosas buenas siempre
llegan, solo tiene que tener paciencia y esperar. Muchos han conseguido hacerla
reír, es un trabajo fácil. Lo difícil fue mantenerle la sonrisa, y ahí, es
donde han fallado. Ella sabe que la piel se arruga y que el pelo se vuelve
blanco, que los días se convierten en años… Pero también sabe que lo importante
no cambia, su fuerza y su convicción no tienen edad. Su espíritu es el plumero
de cualquier telaraña. Ella sabe que detrás de cada llegada hay una partida y
detrás de cada logro hay un desafío. Ella espera pero no abandona y en vez de
lástima exige respeto y nunca dejará que se oxide el hierro que hay en ella. No
vive de fotos amarillas porque mientras esté viva, se sentirá viva.