Cada vez que subas un escalón de triunfo, sube dos de HUMILDAD
para que sean indulgentes contigo cuando bajes. Para ser grande primero se debe
aprender a ser pequeño, porque la humildad es la base de toda verdadera
grandeza. Las personas especiales huelen a sencillez y reflejan un brillo en el
centro del alma, mientras más sencilla es la gente, más hermosa resulta. Cuando
uno se cree demasiado GRANDE para las cosas pequeñas, quizá sea demasiado
PEQUEÑO para las cosas grandes. Creerse más que los demás es olvidar que:
“Polvo somos y al polvo volveremos”. No importa que tan lujosa sea tu casa, que
tan nuevo sea tu carro o que tan grande sea tu cuenta de banco, ¡Nuestra tumba
siempre será del mismo tamaño! No importa si tienes estilo, fama o dinero, si
no tienes un buen corazón y humildad, no vales nada. El dinero hace rico a un
hombre y el conocimiento lo hace sabio, pero es la humildad lo que lo hace ser
una buena persona. Mario Benedetti dijo en una ocasión que: “La mariposa
recordará por siempre que fue gusano”. La humildad consiste en callar nuestras
virtudes y permitirle a los demás descubrirlas. ¡Se humilde, porque la vida da
muchas vueltas! La humildad y la sencillez son las llaves maestras para abrir
todas las puertas del mundo… El orgullo y la prepotencia las cierra. Donde hay
soberbia, allí habrá ignorancia, mas donde hay humildad habrá sabiduría. ¿Sabes
cuál es la frase más humilde que un ser humano puede expresar? “Sin Dios nada
soy”.