lunes, 12 de junio de 2017

La indiferencia de la gente buena


Martin Luther King dijo en una ocasión: “No me duelen los actos de la gente mala, me duele la indiferencia de la gente buena…” Al final de la vida no seremos juzgados por cuantos diplomas hemos recibido o cuánto dinero hemos conseguido… Seremos juzgados por: ¡Tuve hambre y me diste de comer, estaba desnudo y me vestiste, no tenía casa y me hospedaste! “Si tu hermano esta en necesidad y tú tienes como ayudarlo, decía el apóstol Santiago, no sigas clamando a Dios por El, tu eres la respuesta para El ¡AYUDALO!” ¡La palabra “mañana” no existe! Es verdad que tu solo, no puedes cambiar el mundo, pero si puedes cambiar el mundo de una persona. ¡Si ayudas a alguien a tener “esperanza” no abras vivido en vano! ¿Quieres saber cuál es el mejor ejercicio para el corazón? ¡Inclinarse para ayudar a otros a levantarse! Hay realidades tan terribles que podemos ayudar a remediar… ¡AYUDEMOS HOY! La gente buena siempre busca la oportunidad de ayudar a los demás, la gente mala siempre pregunta: ¿Y yo que gano? Con el tiempo, la gente olvidará lo que has dicho, olvidara lo que hiciste, pero nunca olvidara lo que les hiciste sentir.