domingo, 18 de junio de 2017

La magia de la lluvia


Algunas personas pueden sentir la lluvia. Otras, simplemente se mojan. Cualquiera que diga  que la felicidad la trae el sol, nunca ha bailado bajo la lluvia. Y es que la lluvia tiene su magia, un “no sé qué” y su sonido no necesita traducción. El secreto de los días de lluvia es saber musicalizarlos. ¿Me concedes esta lluvia para besarte? Tú y yo, un beso bajo la lluvia, piénsalo. ¡Sonreíste! ¡Me gusta que la gente sonría cuando llueve! La risa es como los limpios parabrisas. Nos permite avanzar, aunque no detenga la lluvia. Todo el mundo quiere felicidad, nadie quiere angustia. Pero no puede haber arcoíris sin un poco de lluvia y aquella persona que baile contigo bajo la lluvia, será la que camine contigo bajo la tormenta. Porque la vida no se trata de esperar que pase la tormenta, se trata de aprender a bailar bajo la lluvia. Porque la lluvia no solo moja, también pinta los cielos. Cada gota que cae, es una caricia que llega del cielo aunque ellas se destrozan contra el suelo. La lluvia atrapa los recuerdos, los hace nuestros hasta el fin. Al verla caer no ves agua, solo momentos que viviste y que quieres que vuelvan a ser. Alguien dijo que la lluvia también lava todas las heridas del alma por eso amo caminar bajo la lluvia porque nadie sabe que estoy llorando… ¿Lo único que no me gusta de la lluvia? Es que no estás aquí…