La leyenda del Ave Fénix relata la historia de un ave capaz de
renacer de sus propias cenizas. Es un símbolo universal de muerte generada por
el fuego, de resurrección y de reinvención. Todos llevamos dentro este Ave
Fénix, todos estamos llamados a morir y renacer en nuestras vidas. Morir a todo
aquello que nos esclaviza y que nos impide experimentar nuestra libertad
personal: Apegos, creencias limitantes, miedos irracionales, sentimientos de
culpa, negatividad, resignación, etc. Morir para renacer, para reprogramar la
ruta hacia nuestros sueños, hacia una vida plena. Renacer para conectarnos con
lo que nos motiva, nos ilusiona y nos hace ser y estar positivos en la vida. Renacer
para despertar y develar finalmente aquello que realmente somos, nuestro
propósito supremo del porque existimos. Renacer para reinventarse, para acceder
a nuevas posibilidades para nuestras vidas. Eres mucho más que tus
pensamientos, opiniones, valoraciones, emociones y tus comportamientos
actuales. Tal vez el guion ya está escrito, pero la libertad la encuentras en
cómo vives aquello que te ocurre y qué haces con tus experiencias. Lo más
importante es que te preguntes una y otra vez ¿quién soy yo? Hazte preguntas
que te permitan explorar cosas que previamente ni te habías planteado. “La
clave no es encontrar respuestas a viejas preguntas, decía Einstein, sino
hacernos nuevas preguntas, preguntas que nunca antes nos hayamos formulado”. Cambiemos
nuestras resistencias o resignaciones por aceptación y aprendizajes nuevos. No
lo olvides: ¡Morir y renacer para reinventarse!