Se viene un tiempo en el que debemos considerar una cierta llamada,
cuando en el mundo debemos llegar juntos como uno.
Hay gente muriendo y es tiempo de tender una mano a la vida, el
más grande regalo de todos.
No podemos seguir simulando día a día que alguien, en algún lugar
hará pronto un cambio.
¡Todos somos parte de la gran familia de Dios! y la verdad, tu
sabes amor es todo lo que necesitamos.
Nosotros somos el mundo, nosotros somos los chicos,
nosotros somos aquellos quienes hacemos un día más brillante, pues
empecemos a dar.
Es una elección que estamos haciendo, estamos salvando nuestras
propias vidas, es cierto, haremos un día mejor solamente tú y yo.
Envíales tu corazón, pues ellos sabrán que alguien se preocupa y
sus vidas serán más fuertes y libres.
Como Dios nos ha enseñado a convertir las piedras en pan pues todos debemos tender una mano auxiliadora.
Cuando estás caído y afuera, parece no haber ninguna esperanza pero
si tú simplemente creyeras, no hay forma que podamos caer.
Permitámonos comprender que un cambio sólo puede venir cuando nos pongamos de pie todos juntos como uno.