Días grises, sonrisas rotas, ojos tristes… En algún lugar leí que
a los ojos tristes hay que hacerles menos preguntas y darles más abrazos.
Siempre habrá un recuerdo que nos llene los ojos de tristeza, la única emoción
que te muestra lo que realmente te importa. ¡Los ojos tristes nunca mienten!
Maduras y comprendes que da igual de qué color sean los ojos, porque hasta los más
normales y aburridos, pueden expresar más dolor y sentimientos que unos
bonitos. Yo también he tenido un nudo en la garganta cuando me he enterado de
algo y he tenido que fingir que todo estaba bien. Y no es que he llorado, fue
que se me metió un “todoloquevivimos” en el ojo. Sin embargo, se puede fingir
todo lo que uno quiera, pero una mirada siempre lo confesara todo. Y es que el
dolor cuando es por dentro es más fuerte… ¿Quién no ha visto florecer una
sonrisa en su rostro por un “TE AMO” y luego sentir el rodar de una lagrima por
un “OLVIDAME”? Porque el amor no solo son caricias, es también sentimiento, en
el amor no todo es alegría, también hay dolor y sufrimiento. Cobarde no es
aquel que llora por amor, si no el que no ama por miedo a llorar. Miedo a la
tortura de dormir con el corazón roto y lágrimas en los ojos. Miedo a las miles
de lágrimas que caen y desaparecen, pero que dejan en los ojos las marcas de la
tristeza. Miedo a que nadie se fije en un corazón hecho pedazos.
