Dice Cohelo que: “Lo difícil atrae, lo imposible seduce, lo
complicado asusta, lo extremadamente complicado enamora. El amor es pasión, obsesión,
no poder vivir sin alguien. ¡Pierde la cabeza! Encuentra a alguien a quien amar
como loca y que te amé de igual manera. ¿Cómo encontrarlo? Pues, olvida el
intelecto y escucha el corazón. Porque lo cierto es que vivir sin eso no tiene
sentido alguno. Llegar a viejo sin haberse enamorado de verdad, en fin, es como
no haber vivido. Tienes que intentarlo, porque si no lo intentas, no abras
vivido. Míralo, observa su rosto y sus ojos. Veras un mar de amor y pasión, un
deseo ardiente, una mirada de emociones y sentimientos. Encontraras en su
mirada un nombre… el tuyo. Vuélvete el deseo de todas sus noches, el
pensamiento que camina en su mente… Llena su vida de alegría y felicidad… Y si
no vuelven a verse y esta es una verdadera despedida, sabes que se reencontraran
en otra vida. Volverán a encontrarse aunque las estrellas hayan cambiado. Es
verdad, no concordaban mucho, de hecho, casi nunca concordaban, siempre se
peleaban y se retaban uno al otro cada día, pero a pesar de sus diferencias,
tenían algo importante en común. Estaba loco el uno por el otro. Dice Neruda
que: “Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones,
justamente estas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones
destrozados. Ama como si te fueras a acabar, como si lo fueras a perder, como
si nunca lo hubieras tenido. Amalo como si no existiera un Tú sin Él.