¡Nunca sabes cuándo será la última vez que veràs a una persona!
¿Te vas? No me pidas que te espere porque la puerta se abre hacia mí mismo
¡Cuando vuelvas ya no estaré! Si te vas no esperaré tu regreso, llévate los
suspiros, las risas y los besos ¡Llévate nuestra historia! Si te vas dejándome tirado
y solo en un callejón, llévate también la luna, que fue cómplice de nuestro
amor. Si te vas arrojarás este amor al vacío, si me abandonas me entregarás a
la tristeza ¡Si me dejas mi mundo se irá contigo! No sé si te importa que muera
de miedo, yo solo sé que tú te vas, yo solo sé que me quedo. Si te vas sin razones
ni motivos, no vuelvas con excusas. Porque no duele tu ausencia, duele tu
intermitencia. No te quedas ni te vas y no se puede extrañar a quien no se va,
ni olvidar a quien se queda. No entiendo para que te vas ¡Si siempre vuelves! Vienes,
me ilusionas, me confundes y te vas. Tú no sabes quedarte. Llegas, desordenas
mi vida y te vas: lo tuyo no es amor ¡Es turismo emocional! No sé quién está
peor… Si tú, que vienes y te vas; o yo que cada vez que te marchas, te vuelvo a
esperar. Si te vas a ir, hazme el favor
de no regresar jamás. Porque no hay nada peor que estés superando la ausencia
de alguien y que esa persona vuelva a tu vida. Si te vas a quedar, quema los
puentes, tira la llave y no mires atrás. Si te vas ¡También!