La novela de terror de Gastron Leroux nos enseña lo cruel que es
la sociedad, tanto la antigua como la actual, y cómo por un defecto físico se
pueden amargar muchas vidas. Esta historia relata la historia de un hombre que,
pese a su evidente deformidad en la cara que intenta ocultar, trata de
conquistar a su mujer ideal y defender la igualdad entre todos. Fue muy triste
que nadie lo aceptara y acrecentaran el odio sobre él. Es increíble cómo la
gente teme a los fantasmas cuando el peligro está en los vivos, se ignoran las
almas cuando es el cuerpo el que se pudre… Al fin y al cabo, muchas de las
cosas que creemos saber de los demás son solo hipótesis formuladas por uno
mismo o impuesta por los demás… -Me gustaría poder compartir con ustedes mi
dolor por sólo un momento… no para hacerles daño, sino para que puedan entender
lo mucho que me duele-. En el musical de 1986, Christine Daaè, una joven
soprano de la Opera de Paris, se convierte en la obsesión de un misterioso
compositor desfigurado. Ambos cantan: “Durmiendo me cantò, en sueños fue, mi
nombre pronunció, yo lo escuché. Y si soñando estoy y veo por fin ¡Fantasma de
la Ópera aquí estás! Dentro de mí. Los dos extraño dueto, hemos de hacer, y
sobre ti tendré mayor poder. Y aun cuando tu mirada huya de mí ¡Fantasma de la Ópera
soy yo! Dentro de ti. Quien ya tu rostro vio, terror sintió, yo soy tu máscara...
Y a mí me oyó. Tu espíritu y mi voz, fundido aquí. ¡Fantasma de la Ópera eres
tú! Y estás en mí. Tus fantasías ven verdad ideal, que hombre y misterio son un
ser total. La puerta al laberinto está ante mi ¡Fantasma de la Ópera soy yo! Y
estoy en ti...”
