jueves, 13 de julio de 2017

El valor del silencio


Cuando la Western Unión le pidió a Thomas Edison que "mencionara un precio" por el teletipo que había inventado, él le pidió varios días para pensarlo. Su esposa le sugirió $20 mil, pero él pensó que esa cantidad era exorbitante. A la hora acordada fue a la reunión todavía no muy seguro de la cantidad que iba a pedir cuando el oficial le preguntó: "¿Cuánto?" Él trató de decir $20 mil, pero las palabras no le salían de la boca. Finalmente el oficial rompió el silencio y le preguntó: "Bien, ¿qué le parece $100 mil?" ¡A menudo el silencio les permite a otros decir algo mejor de lo que hubiéramos dicho nosotros mismos! Al quedarnos callados otros se interesan más por nuestros pensamientos; entonces cuando tenemos una audiencia interesada, nuestras palabras tienen mejor impacto. La Biblia nos dice que: “Aún el necio pasa por sabio e inteligente cuando se calla y guarda silencio” (Proverbios 17:28). En ese sentido, el silencio puede evitar que nos veamos en una situación embarazosa. ¡La gente puede pensar que somos más inteligentes de lo que realmente somos! Cuando se sienta movido a expresar una opinión, mida el impacto de sus palabras y mantenga esto presente: "Entre menos diga, mejor". ¡No podemos buscarnos problemas por lo que no hemos dicho! Como Edison, nosotros podemos beneficiarnos de nuestro silencio. “A menudo me arrepiento de lo que dije; nunca de haberme callado.”