2:30 a.m. Ring, ring, ring, suena el teléfono de la casa: - Hola, ¿Estás en
casa? – ¡No! Estoy en Jamaica con 10 mil kilómetros de cable. – Wow ¿Estás
dormido? – No, estaba en coma. ¡Gracias por salvarme! – ¡Contame! ¿Es verdad
que te robaron? - ¡No para nada!, le regalé mis cosas al tipo y salió corriendo
de la emoción. - ¡No jodas! ¿Y sabes quién fue el ratero? – ¡Puff! ¡Se llama
Ricardo! Me dio su tarjeta… Llámalo, roba muy bien. Te lo recomiendo. - ¡No me
digas! - ¡No me preguntes! – Hablando de otro tema, ¿Ya fuiste al cine a ver
Tiburones Asesinos? – Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii – ¿Y de que se trata? – De un
caballo que quiere ser cantante. Fui solo porque no te dio la gana ir ¡Te dejé
un voice mail! – ¿A mí? - ¡No! A tu hermano gemelo. - ¿Querías que fuéramos a ver
una película? - ¡No! A contar cuantas sillas hay. – Vi una foto que subiste al Facebook
¿Te cortaste el cabello? - ¡No! Se me encogió. ¡Y te vi con gafas! ¿Usas gafas?
¡No! Es que estoy cubriendo mi identidad. ¡Bueno mae mucho bla bla bla! ¡Me
urge ir al baño! - ¿A qué? – ¡¡A abrir la cámara de los secretos!!. ¡Adiooooooosssssss!
