viernes, 1 de septiembre de 2017

Amor propio


A medida que aprendí a tener amor propio, me liberé de aquello que no me hace bien: comidas, personas, cosas y situaciones que me empujaban al lodo del desánimo. Al principio a eso lo llamé egoísmo. Hoy sé que de lo que se trata eso es de… amor propio.
A medida que aprendí a tener amor propio, pude comprender lo ofensivo que puede ser forzar mis deseos sobre alguien, sin importarme que no sea el momento adecuado. Hoy sé que de lo que se trata eso es de… respeto.
A medida que aprendí a tener amor propio, desistí de intentar llevar siempre la razón, y desde entonces me equivoqué mucho menos. Hoy sé que de lo que se trata eso es de… humildad.
A medida que aprendí a tener amor propio, me di cuenta que mi mente me perturbaba y enfermaba. Pero a medida que fui siendo fiel a mi corazón mi mente se convertía en un buen aliado. Hoy sé que de lo que se trata eso es de… sabiduría del corazón.
A medida que aprendí a tener amor propio, dejé de desear una vida diferente,  y me di cuenta de que todo cuanto nos rodea  es una invitación a crecer. Hoy sé que de lo que se trata eso es de… madurez.
Ya no hay necesidad de temer discutir, ni temer diferencias con otros o nosotros mismos... Pues hasta las estrellas chocan entre sí, y de su colisión nuevos mundos nacen. Hoy sé que de lo que se trata eso es de… vida. (Charles Chaplin)