lunes, 4 de septiembre de 2017

Intimidad


¿Sabías que la intimidad no es únicamente física? Es el acto de conectarte con alguien tan profundamente, que sientes que puedes tocar su alma. La intimidad no solo se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien. ¿Quieres hacerle el amor? Primero debes conquistarla. Pero para conquistarla primero debes enamorarla y para enamorarla primero debes conocerla. ¿Qué tan bien la conoces? Para conocerla primero debes aceptarla y para aceptarla debes antes valorarla. Al valorarla sabrás valorarte, aceptarte, conocerte y amarte a ti mismo. Y un hombre que se ama a sí mismo y ama a su pareja, tiene la maestría y sabiduría para compartir con ella su intimidad. Puedes desnudar tantas veces a alguien que puedes llegar a creer que conoces su intimidad. Es fácil quitarse la ropa y tener una relación sexual ¡La gente lo hace todo el tiempo! Pero abrirle tu alma a alguien, dejarlo entrar en tu espíritu, pensamientos, miedos, futuro, esperanzas, sueños… ¡Eso es estar desnudo! Mario Benedetti decía: “Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es admirable”. Intimidad es cuando dos seres vencen el miedo a mostrarse emocionalmente tal cual son. Así como las semillas necesitan oscuridad y privacidad en la tierra, todas las relaciones íntimas y profundas deben permanecer en el interior. Maravillosos quienes entienden que no toda intimidad implica sexo. A veces el mejor tipo de intimidad es donde se recuesta uno junto al otro y se ríen juntos de las cosas más estúpidas. Se sostienen las manos y disfrutan de tan solo mirarse a los ojos. Esos son pequeños detalles que nunca se olvidan…