sábado, 9 de septiembre de 2017

Me voy de la iglesia


Un joven llega donde el pastor y dice: – ¡Pastor no iré más a la iglesia! El pastor entonces respondió: – ¿Pero por qué? El joven respondió: – ¡Ah! Yo veo a la hermana que habla mal de otra hermana; El hermano que no lee bien; El grupo de canto que vive desafinado; Las personas que durante los cultos se quedan mirando el celular, entre tantas y tantas otras cosas equivocadas que veo hacer en la iglesia. El pastor le dijo: – ¡Bien! Pero antes, quiero que me haga un favor: tome un vaso lleno de agua y dé tres vueltas por la iglesia sin derramar una gota de agua en el suelo. Después de eso, puedes salir de la iglesia. Y el joven pensó: ¡muy fácil! Y dio las tres vueltas conforme al Pastor le pidió. Cuando terminó dijo: – Listo pastor. Y el Pastor respondió: – Cuando estabas dando las vueltas, ¿has visto a la hermana hablar mal de la otra? El joven: – No -¿Has visto a la gente reclamar unos de otros? El joven: – No  -¿Usted vio a alguien que miraba su móvil? El joven: – No -¿Sabe por qué? Usted estaba enfocado en el vaso, para no derramar el agua. Lo mismo es en nuestra vida. Cuando nuestro foco es Nuestro Señor Jesucristo, no tendremos tiempo de ver los errores de las personas. “Quien sale de la iglesia por causa de las personas, nunca entró por causa de Jesús”.