viernes, 3 de enero de 2020

La importancia de las cosas pequeñas


El mouse o ratón fue presentado en forma oficial en diciembre de 1968 en San Francisco, EEUU. Es un dispositivo apuntador utilizado para facilitar el manejo en una computadora. Sin duda, este pequeño invento revolucionó positivamente la manera de trabajar en una computadora. ¡Qué gran importancia tienen las cosas pequeñas! Una palabra, una sonrisa, un gesto pueden establecer la diferencia. Un hábito dañino que empieza débil y esporádico puede convertirse en un vicio casi irrenunciable. En el año 2007 un vuelo que iba desde Hanói, Vietnam, hacia Tokio. Japón se retrasó por cuatro horas por la presencia de un ratón en el interior de la nave. Los miembros de la tripulación comenzaron a buscar al roedor por todos los rincones del Boeing. Finalmente, el pequeño animalito fue encontrado en un depósito de comida. Cientos de personas perdieron cuatro otras de su precioso tiempo. ¡Todo por un diminuto roedor andariego! Debes prestar atención a las cosas pequeñas, después de todo, no son los grandes obstáculos los que traban nuestro progreso espiritual. Son los pequeños “ratones” los que nos retrasan y demoran. Son las pequeñas moscas las que pudren el perfume (Eclesiastés 10: 1), Son las pequeñas zorras las que echan a perder las uvas (Cantares 2: 15).