En agosto de 1962 aparece por primera vez el superhéroe de Marvel
conocido como el Hombre Araña. Se trata de un personaje de ficción, Peter
Parker, creado por Stan Lee. Parker es un huérfano criado por sus tíos Ben y
May. En ese entonces los personajes adolescentes de comics se limitaban a papeles
secundarios como Robin que solo acompañaba a Batman. Por primera vez, aparecía
un superhéroe adolescente que enfrentaría los desafíos de esa edad y, al mismo
tiempo los de “salvar a la humanidad”. Peter fue caracterizado como un
estudiante de secundaria muy inteligente, pero tímido y víctima de acoso
estudiantil. En el primer comic aparece una frase atribuida a su tío Ben y
estaba relacionada con las habilidades que había adquirido Parker: “Un gran
poder conlleva una gran responsabilidad”. En cierto sentido los jóvenes
necesitan dejar de lado la infancia en algún momento, para madurar y crecer.
Llega un momento en que debemos tomar las riendas de nuestra propia vida y
madurar. Nuestra responsabilidad primaria está en cuidar lo que recibimos.
Empezamos a tomar nuestras propias decisiones, escogiendo partir de lo que
hemos recibido o buscar nuevos caminos. Responsabilidad, entonces, incluye
mantenernos en el buen camino. No olvidando que también somos responsables por
aquellos con quienes entramos diariamente en contacto.