¿Sabías que Antonio Esfandiari es el jugador de póker que más
dinero ha ganado en certámenes mundiales? ¡26 millones de dólares! La Biblia no
menciona directamente estos juegos, pero Pablo advierte contra el amor al dinero
como raíz de todo mal (1 Timoteo 6: 10) y una razón del abandono de la fe. La
gente juega a la lotería pues codicia dinero rápido y fácil. Quien desea
riquezas mediante el azar, está atrapado por Satanás para destruirlo. Es
ilógico usar dinero y tiempo en el juego. Esta industria puede existir porque
la gente pierde más de lo que gana. Primero se juega por diversión, pero luego
se convierte en una obsesión. Los juegos de naipes, las apuestas, los juegos de
azar, las carreras de caballos son invenciones que inducen a los hombres a
promover estas diversiones con tanto celo como si estuvieran ganándose la
preciosa dadiva de la vida eterna. Los hombres gastan sumas inmensas en estos placeres
prohibidos y, como resultado, su capacidad es degradada y corrompida. La ludopatía
es un trastorno psicológico, en que la persona se ve urgente e
incontroladamente obligada a jugar, de forma persistente y progresiva, y
perjudica su vida personal, familiar y vocacional. Si este es tu caso, admite
que tienes un problema, abandónalo inmediatamente y busca refugio en un grupo
de ayuda, para evitar recaídas. Aléjate de estímulos que te atraiga al juego y
fortalece tu autoestima.