viernes, 9 de febrero de 2018

Cita a ciegas



Aún recuerdo mi primera cita a ciegas… Acordamos vernos en un restaurante. Y mientras esperaba nuestro ansiado encuentro, recibí una llamada que decía: “Oye no te veo ¿Dónde estás?” “¿Ves un tipo de 1,85 más, cuerpo esculpido, barba de cuatro días y ojos verdes?” Le dije. “Siiii” me contestó la dama. “El gordito de atrás” respondí. Imagino que de antemano, me había mirado y pensó: -Ay no, que no sea ese. Sin embargo, la mujer se acercó a la mesa en donde me encontraba y se sentó. ¡Ella no dijo absolutamente nada durante la cena! Terminó su comida y se fue… Después, miré mi celular y encontré un mensaje de mi cita, diciendo que no iba a poder llegar. ¿Con quién cené? Ese día comí tanto pan… Me pregunto si fue buena idea que intercambiarnos fotos antes del encuentro. Uno se ve lindo en las fotos de las redes sociales, lástima que no se pueda salir con el filtro a la calle. Tal vez si la chica hubiese sido ciega, habría tenido más posibilidades… ¡Nunca lo sabré!