La madrugada es mejor cuando tienes a alguien
con quien hablar. Como se aman esas conversaciones de madrugada donde hay que
aguantar la risa para no despertar a nadie... ¿Sabes que es sexi? Una conversación real y
pura en la madrugada. ¿Sabes que enamora? Que aunque esté durmiéndose, no
quiera dejar de hablar contigo. Alguien dijo que no hay nada más lindo como una
llamada en la madrugada diciendo: ¡No puedo dormir de tanto pensar en ti! ¡No
lo dejes ir! Es el indicado… y le perteneces porque es quien te recuerda con
una sonrisa a mitad de la madrugada,
cuando no hay razones para sonreír. Sin embargo, hablar en la madrugada es
peligroso, porque los pensamientos vuelan como telegramas y te sinceras
“demasiado” ¡Las conversaciones más sinceras se dan en la segunda parte de la
noche! Como quisiera escuchar tu voz a través del teléfono en esta oscuridad nocturna…
o cerca de mi oído. Me arrepiento de no llamarte cuando te he echado de menos a
tan altas horas de la madrugada. Se supone que ya no dueles, pero la madrugada
es muy contradictoria y me demuestra que el infierno si existe… Esta aquí, a
las tres de la mañana, despierto y sin ti… agonizo e imagino todas las cosas
que nos diríamos sin tan solo nos volviéramos a ver. Pensándote como estarás y
si me recuerdas. ¿Será que talvez la madrugada fue creada para pensar y no para
dormir? Extraño tu sonrisa y tu mirada, tus besos y caricias ¡Son los mejores
recuerdos en este peor momento de mi madrugada! Otra noche despierto hasta el
amanecer… ¿Enamorado? ¿Solo? Ya ni se cual es peor…