Te amo desde que leí la nota donde decía: “examen positivo”. Te amé
más cuando escuché los latidos de tu corazón por primera vez. Te amé desde el
mismo minuto en que naciste, entonces vi tu cara y cuando tomaste mi mano… supe
que daría mi vida por ti. Ese día me gané una cómplice, una amiga y una
compañera para toda mi vida. Nunca me imaginé un amor tan perfecto por alguien
hasta que llegaste a mi existencia. Daria lo que fuera para que siempre seas
feliz. Sin ti, tal vez la casa estaría limpia y mi cartera estaría llena, pero
mi corazón se encontraría completamente vacío. Eres mi muñeca, la mejor de mi
vida, con quien conocí el amor verdadero, que es para siempre pues me hizo ser
madre ¡Ese sentimiento que no se puede describir con nada! Nadie más conocerá
la fuerza y el poderío de mi amor por ti. Después de todo, eres la única que
conoce como suena mi corazón desde dentro. Desde mi vientre te he protegido y
te protegeré hasta que hayas crecido, entonces te daré completa libertad, pero
siempre amándote, pues eso es para siempre. Me siento muy feliz al ver cómo te
desarrollas saludable y fuerte. Nunca olvides que eres la razón de mi
existencia, lo más importante de mi vida. Mil gracias porque muchas cosas
cambiaron para mi bien… con tu llegada.