Soy aquel que se ha aceptado tal y como soy, sin juzgarme, con
todas mis emociones, todas mis bondades, todos mis defectos, todas mis
esperanzas y sueños. Soy quien soy debido a las elecciones que ayer tomé,
buenas o malas asumo mi responsabilidad y sigo adelante. La vista atrás me
ayuda a recordar quien soy, la mirada al frente hacia donde voy. ¡Marcho solo
con mis leones y la certeza de ser quien soy! Yo no soy quien quisiera ser ni
soy el que debería ser. Tampoco soy el que mi mamá quería que fuese ni siquiera
soy el que fui. Simplemente soy quien soy. Prefiero ser odiado por quien soy,
que ser amado por lo que no soy. No es mi edad la que define mi madurez, ni mis
notas la que definen mi inteligencia, mucho menos los chismes definen quien
soy. No todo aquel que me mira puede verme, ni todo el que cree conocerme sabe quién
soy. Sé quién soy y se en que creo ¡Y eso es todo lo que necesito saber! Así
que a partir de eso, los demás, que hagan lo que necesiten hacer. Algunos
quieren confundir mi personalidad con mi actitud. Mi personalidad es quien yo
soy y mi actitud depende de quién sean los demás. Tal y como decía el Dr. House:
“El concepto que tiene usted sobre mí no va a cambiar quien soy, pero si puede
cambiar mi concepto sobre usted”. Así que no me pregunten quien soy, ni me
pidan que siga siendo el mismo…