Un hombre vulgar solo piensa en como pasar el tiempo. En cambio un
hombre inteligente procura aprovecharlo. Un hombre inteligente siempre está
dispuesto a aprender mientras el resto solo buscan enseñar… Por eso no teme
parecerle tonto a otro hombre inteligente, así como un hombre elegante no tiene
miedo de que su elegancia pase inadvertida a otro gran señor, sino al patán.
Las tres cuartas partes de ingenio y mentiras vanidosas que los hombres han
prodigado, rebajándose, desde que el mundo es mundo, iban dirigidas a
inferiores. Mark Twain decía que: “Un hombre inteligente nunca discute con un estúpido,
porque lo único que logrará es descender a su nivel y ser vencido por
experiencia”. Al contrario, el mayor placer de un hombre inteligente es
aparentar ser un idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente. Una
mujer inteligente ama a un hombre inteligente que defiende su vida de infortunios
y crea más ocasiones favorables de las que encuentra. Un hombre que se recupere
pronto de una derrota y no un hombre mediocre que nunca se recupera de una
victoria. No pasa desapercibido un hombre inteligente que habla con autoridad
cuando dirige su propia vida. Un hombre que busca una vida tranquila, modesta, y
si es de un espíritu superior, un hombre que ha escogido la soledad… Para una
mujer es extremadamente irresistible un hombre inteligente que sabe cuándo
tomar la iniciativa y cuando debe detenerse. A una mujer inteligente le gusta
el hombre inteligente… por eso muchas están solteras…