miércoles, 5 de diciembre de 2018

Año nuevo: Un nueva oportunidad para tomar la tierra


Hay algo refrescante y optimista en estas palabras, como el amanecer de un nuevo día. Puede referirse también al nacimiento de un niño o a los primeros kilómetros de unas vacaciones. Llenos de promesas, todos los comienzos despiertan la esperanza y las visiones llenas de fantasía del futuro. Después de vagar por cuarenta años en el desierto (Josué 1), una nueva generación está lista para entrar en Canaán. No fue la distancia lo que se interpuso entre Israel y la tierra prometida: ¡Fue la condición de sus corazones! Los israelitas se encuentran acampados en el Valle de Arabá en Moab, al este del río Jordán. Ha llegado el momento y la hora de poseer la tierra anhelada por tanto tiempo. Hay un nuevo aire en el ambiente, una nueva generación, un nuevo líder, una nueva oportunidad, un nuevo año. Pero hay algo que permanece inmutable: ¡Los propósitos de Dios! La promesa dada a Abraham poco menos de 500 años antes permanece inalterable. Sin embargo, el nuevo reto requería esfuerzo y valentía, obediencia a la ley de Dios y una constante lectura y estudio del libro de la ley. ¡Entonces harían prosperar su camino y todo les saldría bien! Iniciemos este año con un nuevo propósito: Obedecer a Dios y seguirlo a donde quiera llevarnos y a cualquier costo.