Es increíble como de rápido pasó este año y como apenas sin darnos
cuenta está finalizando. Sin embargo, cada año que termina aprendemos algo
nuevo, conocemos nuevas personas y nos separamos de otras. Cierra los ojos y
piensa en todo lo que te hizo sonreír en el año que termina y olvídate de lo demás.
¡Año nuevo, vida nueva! Pasado, pisado. Lo bueno, guardado y lo malo,
aplastado. Atrás quedan cientos de momentos, historias de disputas, abrazos,
risas, alegría y llanto, que vale la pena olvidar. Deja atrás todo lo malo en
este año nuevo y renueva todo lo nuevo. Cambia lo que tengas que cambiar,
persevera en lo que es correcto, olvida lo que te hizo daño y aplica lo que
aprendiste para que tengas el mejor de los años. Deshazte de todo lo que reste
en tu vida: ¡Comienza el año sumando! Si tienes un sueño incumplido, tendrás
una meta por alcanzar. El fin de año no es ni un fin ni principio, sino una
marcha, con toda la sabiduría que la experiencia puede inculcar en nosotros. Para
cada día del nuevo año que nunca te falte un sueño por el que luchar, un
proyecto que realizar, algo que aprender, un lugar a donde ir, y alguien a
quien querer. Recuerda que con fe y optimismo todo se puede conseguir. Inicia
este nuevo año obsequiando perdón a tu enemigo, tolerancia para un oponente, tu
corazón a un amigo. Caridad para todos, un buen ejemplo para cada niño y
respeto para ti mismo. Que este año nuevo que inicia encuentre a una mejor versión
de ti mismo.