lunes, 17 de diciembre de 2018

Privacidad


Todas las personas tienen tres vidas: Una vida pública, una vida privada y una vida íntima. Mientras más viejos nos volvemos, entendemos el valor de la privacidad, de cultivar nuestro círculo y solo dejar entrar a ciertas personas. Elige con cuidado a tus amigos en la vida privada, pues conociendo con quien te juntas sabrán cómo eres. Recuerda que tu amigo, tiene un amigo que no necesariamente es tu amigo, por lo que debes ser muy discreto. Podemos ser abiertos, honestos y reales y a la vez comprender que no todo mundo merece un asiento en la mesa de nuestras vidas. Charles Maurice de Talleyrand decía que: “La vida privada de un ciudadano debe ser un recinto amurallado”. Es increíble como hay gente reacia a hablar de su vida privada, pero luego vas a la Internet y son mucho más abiertas publicando toda su vida en diferentes redes sociales ¿A quiénes les importa su vida privada? No han entendido que las RRSS no son un psicólogo o un diario íntimo. Salomón decía en uno de sus proverbios que: “La gente chismosa todo lo cuenta; la gente confiable sabe callar”. Hay cosas con que tú las sepas es más que suficiente… ¡Lo demás es lo de menos! Qué bonito es pasarlo bien y no publicarlo en ninguna red social, nadie se mete, nadie se entera y nadie opina. Quien tiene una vida privada plena, no necesita la fama para ser feliz.