En un momento de gran oscuridad, según Isaías 9, Dios prometió
enviar una Luz. Un futuro esperanzador que se cumplió con el nacimiento de
Cristo y el establecimiento de su reino eterno. Emanuel (Isaías 7:14) que
traducido es “Dios con nosotros” sería el nombre propio de simbolismo mesiánico
aplicado a Jesús en su nacimiento. El nombre de Dios es un misterio más allá
del entendimiento y demasiado maravilloso para imaginarlo y podemos observarlo en
sus atributos (Isaías 9: 6 – 7) (a) ADMIRABLE: Excepcional, maravilloso,
sublime, sin par. Indica que debemos reverenciar el admirable nombre de Dios
debido a que simboliza su naturaleza, persona y reputación. Es lamentable que el
nombre de Dios se usa tan a menudo en conversaciones vulgares, que hemos perdido
de vista su santidad. (b) CONSEJERO: Refleja que Dios nos da una ayuda de emergencia
en tiempos de crisis y quiere ser nuestro guía a través de nuestra vida. (c) DIOS
FUERTE: Omnipotente, poderoso, héroe y triunfador infinito de su pueblo, el
guerrero divino que ha triunfado sobre el pecado y la muerte. (d) PADRE ETERNO:
Sin límite de tiempo, protector. «Eterno» significa «presente en todas partes»;
el Señor posee los atributos de eternidad y omnipresencia. (e) PRINCIPE DE PAZ:
Sanidad, bienestar y prosperidad. Hay paz con Dios y entre los hombres por
medio de Jesús, una paz que sobrepasa todo entendimiento humano.