No te conformes con “casi feliz”. No termines libros malos. Salte
del cine si la película es aburrida. Si no te gusta lo que hay en el menú,
párate y deja el restaurante. Si no estás en el camino correcto, da la vuelta y
toma otro. El tiempo es único y no vuelve. ¡Te mereces lo mejor! ¡No te
conformes con menos! Rockefeller decía: “No tengas miedo de dejar lo bueno para
ir por lo grandioso”. Agradece lo que tienes, pero no seas un conformista. Sal
de esa zona de confort, aleja el miedo y siempre ve por más. No te conformes
con algo inferior a tus sueños solo por necesidad; mientras sigas vivo, nada es
imposible. Aunque sientas cansancio, aunque el triunfo te abandone, aunque un
error te lastime. Aunque una traición hiera, aunque una ilusión se apague.
Aunque ignoren tus esfuerzos ¡Aunque todo parezca nada! Transforma tu orgullo
en dignidad. Transforma tu cólera en creatividad. Transforma tu avaricia en
respeto por la belleza. Transforma tu envidia en admiración por los valores del
otro. Transforma tu odio en caridad. No te alabes, ni te insultes. ¡No te quejes!
Exígete, no te conformes con ser sólo bueno. Nunca pares, hasta que lo bueno
sea mejor y lo mejor excelente. Elije vivir por elección, no por azar. Habla
desde el corazón y no desde la razón. Propón cambios, no pretextos. Sobresal sin
competir. Escucha tu voz interior, no la opinión de los demás. La vida no te
dará lo que quieres, no porque no lo merezcas, sino porque mereces mucho más
que eso.