sábado, 1 de diciembre de 2018

No debáis a nadie nada

San Pablo dijo en una ocasión: “No debáis a nadie nada”. Si no debes no tienes que pagar caso contrario, paga a todos los que les debáis. No se trata de que tú no debas poseer nada ¡Es que nada te posea a ti! Ni el amor es una jaula, ni la libertad es estar solo. El amor es la libertad de volar acompañado, es dejar ser sin poseer. Si todos pudiéramos amarnos a nosotros mismos como nos gustaría que nos amasen, entonces no permitiríamos que nuestra hambre de amor tomase decisiones por nosotros. Ten cuidado de aquellos vínculos que generen, sin quererlo, ciertas ataduras que conllevan a expectativas que nunca se podrán hacer realidad. Si adquieres una deuda que no vas a cumplir, lo único que logras, es destrozar la ilusión de alguien que cree en ti. Fácil es prometerle algo a alguien. Difícil es cumplirle esa promesa… No ilusiones con palabras, si vas a desilusionar con tus actos. No hay que prometer nada porque las promesas son horribles ataduras, y cuando uno se siente amarrado tiende a liberarse, eso es fatal. Toda deuda se paga, así que ten cuidado si vas a endeudarte. Nunca le debas nada a nadie porque no sabes cuándo tendrás que devolver el favor. Recuerda que la vida es como un restaurante, nadie se va sin pagar las deudas. No hay plazo que no llegue, ni deuda que no se pague… ¡Todo tiene su hora!