lunes, 24 de diciembre de 2018

Buenas intenciones


Los planes son solamente buenas intenciones a menos que degeneren inmediatamente en trabajo duro. Albert Einstein decía que: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: La voluntad”. Muchos dicen querer ayudar y ser de buenas intenciones, pero pocos cuentan con la suficiente aptitud de cumplir con lo dicho. Nadie se acordaría del Buen Samaritano si solo hubiera tenido buenas intenciones. También tenía dinero que puso a disposición del hombre mal herido. La Ley de la Acción dice que: “Un gramo de acción vale más que una tonelada de acción”. Dicho de otro modo, hasta la acción más pequeña es mejor que la intención más grande. El mundo está hecho de ACCIONES y no de buenas INTENCIONES. Salomón nos recuerda en Proverbios 3: 28 que las buenas intenciones son bonitas, pero con ellas no se logra nada cuando dijo: “No le digas a tu prójimo: “Hoy no puedo, vuelve mañana, teniendo hoy con qué ayudarlo”. Las mejores acciones son hechas sin esperar el aplauso o reconocimiento de nadie, sin embargo, tarde o temprano las buenas obras se agradecen.  Recuerda que la fragancia de las flores se extiende solo en la dirección del viento. Pero la bondad de una persona se extiende en todas las direcciones. Las buenas intenciones también pueden hacer daño como el cuento del mono que quiso salvar al pez de morir ahogado. Razón tenía aquel que dijo que “El infierno está lleno de buenas intenciones y el cielo de buenas obras”.