Muchos dicen que
el agua sucia no se puede lavar y hacemos eco de rumores malsanos y
destructivos de cosas que ni siquiera estamos seguros de que hayan pasado. Sin
embargo, si pudiéramos mirar en el corazón del otro, y entender los desafíos a
los que cada uno de nosotros se enfrenta a diario, creo que nos trataríamos los
unos a los otros con mas gentileza, paciencia, tolerancia y cuidado. ¡Como nos
hace falta ser mas humanos, mas personas! Recuerda que una simple palabra a
veces duele mas que un golpe. Por tanto, debes tener cuidado con lo que dices,
porque puedes lastimar a quienes de verdad te aman. Esa piedra que lances hoy podría
ser la misma con la que tropieces mañana. ¡Si haces el mal, no esperes el bien!
No eres nadie para despreciar a nadie. Dickens decía que: “Si consigues no despreciar
a nadie, te habrás librado del peligro de muchas debilidades y bajezas.” Respeta
lo despreciado, porque el agua sucia también puede apagar un incendio. Además, ¿De
donde crees que viene la lluvia? Viene de toda el agua sucia que se evapora de
la tierra. Viene de tu orina, del agua que arrojas después de lavarte los pies.
¿No es maravilloso que el cielo pueda tomar esa agua sucia y transformarla en
agua limpia y pura? No pierdas la fe en el hombre porque al igual que un océano,
no se va a ensuciar porque algunas gotas estén sucias…