Es triste poner punto final a capítulos de nuestra vida, pero si
no lo hacemos, no podremos escribir nuevas y mejores historias. Principalmente
cuando uno de los dos había puesto tres puntos suspensivos a la historia y el
otro borró dos. Hubieras deseado que fuera un punto y seguido, a lo más un
punto y aparte, pero no, no siguió la línea y tampoco un nuevo párrafo. Ahora
tienes que volver a escribir algo… sin esa persona, y no sabes cómo empezar. ¡O
quizás tienes miedo! Miedo no a empezar con lo nuevo, sino a poner punto y
final a lo de siempre. Sin embargo, sabes muy dentro de tu corazón que nunca se
debe poner una coma ni un punto seguido donde tu corazón y tu mente saben que
lo que corresponde es un punto final. Sería tu peor falta de ortografía, si no
lo haces. Si le extrañas y te extraña quizás vuelvan a estar juntos. Si, por el
contrario, esto se trata del final agradece sus sonrisas, sus caricias, sus
abrazos, sus besos y su apoyo. Agradécele a la vida por haberte permitido
escribir una historia de amor con comas, interrogantes, exclamaciones, incluso
con puntos. Algunos suspensivos y quizá este punto final, el cual escribes hoy con
tinta indeleble. ¡No tengas temor! Recuerda que después de un punto viene un
espacio, y después de un espacio llega una nueva historia por vivir.