Hoy es uno de esos días en que todo está desordenado. El pelo, la
casa, las palabras, el corazón… Uno de esos días en que lo que siento y lo que
escribo no se ponen de acuerdo. Es más, no tengo deseos de escribir. Solo deseo
salir corriendo de aquí, tocar a tu puerta, abrazarte, verte a los ojos y
decirte: ¡Te amo! En silencio me metería en tu cama. Tú, entenderías mi gesto y
mi necesidad de arrullo, silencio y soledad a medias. ¡Estoy cansado de hablar de amor contigo y no
hacerlo! Hoy es uno de esos días en los que necesito un abrazo tuyo, de esos
que sin palabras me hacen sentir que todo estará bien. Me encantaría estar
a tu lado, explicándome como te ha ido mientras me envuelves en tus brazos. Hoy
es un día de esos en los que quiero un beso de tu boca, de esos que no acaban
nunca, de esos que duran para la eternidad. Te juro que si me dices “Te
necesito, en este momento”, dejo todo y voy corriendo hacia donde estés. Hoy es
uno de esos días en los que he de reconocer que cuando más feliz estoy, es
cuando estoy contigo. Que mis mejores momentos, los paso a tu lado. Tienes la
facilidad de cambiar mis veranos en los que llueve por dentro, por inviernos en
los que no para de salir el sol. Hoy es uno de esos días en que me siento tan
feliz contigo que hasta podría adivinar cuál será la serie del número mayor de
la lotería: 701…