Hoy quiero pedirme perdón… por haberme
expuesto al dolor. Me vuelvo y me pido perdón por haberme humillado, por
pisotear mi dignidad, por llorar días y noches, por olvidar cuanto valgo ¡Por
dejar que me lastimaran! Por creer tantas mentiras, por engañarme y vivir de
una falsa esperanza. Me perdono por conformarme con algo que era menos de lo
que yo merezco. Me perdono por haber fallado, por cometer los mismos errores y
por tardarme tanto en decir adiós. Por olvidar mi felicidad, la cual llegue a
creer que dependía de los demás, cuando en realidad depende de mí. Fue cínico
y egoísta sentirme utilizado por otros para que se sintieran importantes,
queridos o admirados. Pero fue más cínico y tonto que yo permitiera que me
tratasen así. Asumo la responsabilidad de haberlo permitido y también me
perdono por eso. Sin embargo, a pesar de todo lo malo que me hicieron, aquí
sigo, ¡Nada me ha derrotado! Aunque fui herido profundamente, nada me quita las
ganas de seguir caminando en esta vida. Hoy me perdono con una poderosa
afirmación de que las cosas malas no arruinarán mi futuro aun cuando hayan
arruinado mi presente. Mañana solo será un mal recuerdo…