Hay “Escribiendo”
que te ponen nerviosa. Y “En línea” que duelen… Te duele que esté en línea y no
te conteste, porque sabes que tiene otra conversación más importante que la
tuya. Le mandas un
WhatsApp, te aparece el doble check, no te responde, colapsas… Y ni quisiera
imaginar el infarto si recibieras un “pantallazo” que diga: “SU MENSAJE HA SIDO
IGNORADO CON ÉXITO”. Tu WhatsApp se convierte en un refrigerador, como el de tu
casa. Sabes que no hay nada, pero igual lo abres cada 5 minutos. Aun recuerdas
esos días cuando hablaban horas y horas. Vuelves al presente y piensas como te
volviste un contacto más. Te quedas en línea esperando su “Escribiendo” aun
sabiendo que su “En línea” es por otra persona y no por ti. El día que WhatsApp
diga “En línea con…” ¡Se desata la tercera guerra mundial! ¿Por qué le das tantas
vueltas al asunto? ¡No le importas! ¿Por qué no borras de una buena vez sus
conversaciones? Deja de seguir “En línea” viendo la pantalla y esperando un
mensaje suyo. Respeta su decisión de no volverte a ver o siquiera hablarte. Supera
esas dos palabras “En línea” como una frontera que, aunque esté a tu alcance no
podrás cruzar jamás. Llegará un día en que lo veas “En línea” con tal
naturalidad que dirás: “Bueno, al menos sigue vivo”. Y si acaso algún día
recibes un WhatsApp suyo que dice “Quiero volver contigo”, escríbele: “Envía la
palabra SUEÑA al 5050 y gana un paracaídas para que te bajes de esa nube”.