lunes, 5 de noviembre de 2018

Ya veremos...


Si hay algo que está destinado a suceder, sucederá… ¡No lo fuerces! Solo deja que suceda. Sólo porque no está sucediendo ahora, no significa que no va a suceder. Se paciente, cariño. Porque la vida toma el tiempo adecuado para que sucedan las cosas correctas. Lo que sucede, sucede, pero sólo sucede lo que puede suceder. Si algo está destinado a suceder, no tienes que perseguirlo… ¡Ese algo te perseguirá a ti! No importa el tiempo, ni la distancia, si es voluntad de Dios, sucederá. Si es tu destino, sucederá. ¡Presionar al destino solo genera dolor! El hecho de que dos personas estén destinadas a encontrarse no quiere decir que estén destinadas a estar juntas. Lo peor de todo es que si te niegas a aceptarlo, tú serás la persona que más afectada salga en esa lucha. Detente, espera y libérate de la ansiedad… por extraño que parezca, el destino siempre halla la forma de que acabemos justo donde pertenecemos. Henri Frederic Amiel dijo: “El destino tiene dos formas de aplastarnos: rechazando nuestros deseos o cumpliéndolos”. Lo que ha de ser siempre encuentra una forma única, mágica y maravillosa para manifestarse. Solo debes pensar bien y hacer el bien, y lo que tenga que suceder, sucederá. Y si sucede, pues ya veremos…