- He estado
cayendo desde el borde de un sitio muy grande, muy alto, en algún lugar del
pasado, durante más años que los que he vivido en esta vida. Creo que todos los
lugares en los que he estado me han estado conduciendo hacia ti desde hace largo
tiempo. ¡Aunque ninguno de los dos percibía al otro antes de que nos
conociéramos! Solo tengo una cosa que decir y nunca volveré a decírsela a
nadie, y te pido que la recuerdes: En un universo de ambigüedades, esta clase
de certeza solo se presenta una vez en la vida, y nunca más, no importa cuántas
vidas le toque a uno vivir. De repente te das cuenta de que ya no hay vuelta
atrás, lo sientes y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó
todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas, mucho antes, y es
ahí, justo en ese momento, cuando te das cuenta de que las cosas solo ocurren
una vez, y por mucho que te esfuerces ya nunca volverás a sentir lo mismo, ya
nunca tendrás la sensación de estar a tres metros sobre el cielo... – Y tu atrapaste
mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mi… Antes de ti, tuve
otros sueños, viejos sueños que, aunque no se cumplieron, me alegro de haberlos
tenido. Pero apareciste tú y de nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas
con nuevos sueños, con otras esperanzas, entregándome la vida en cada suspiro,
suplicando por mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos porque
son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya... -No quiero necesitarte… -¨ ¿Por
qué?... - Porque no puedo tenerte…