Existen personas que no entienden que hay ciertas cosas que no
pueden ser ayudadas. Quien intenta ayudar a una mariposa a salir de su capullo
la mata. ¡Nunca sigas malos consejos pensando que son buenos! Se independiente
de la buena intención de los demás y no permitas que el ruido de las opiniones
de otros apague tu propia voz interior. El respeto a las opiniones de otros,
sobre tu vida y tus asuntos, termina cuando esas opiniones tratan de ser impuestas.
¡No comentes tu privacidad con nadie! Los malos consejeros te dirán
absolutamente como debes hacer las cosas y como tiene que suceder. Padecen de
tal inseguridad que los lleva a sentir que tienen que controlar todo y a todos.
Dan consejos buenísimos, aunque sus propias vidas son un desastre. ¡Desconfía
de quien te aconseje a desconfiar! Usualmente el que se la pasa señalando “sabe”
como vivir la vida de otros menos la propia. Agradece los consejos no
solicitados. Ciertas puertas es mejor atravesarlas solo. A veces es mejor estar
a solas, para aclarar lo que realmente sentimos y queremos en vez de pedir
consejos que no vamos a seguir. Y no pidas consejos cuando lo que buscas es aprobación
a las decisiones que ya has tomado.