El mundo está plagado de divisiones cada vez mayores: en los
países, en los grupos políticos, en las familias y hasta en los individuos
¡Todos en un estado de total distracción y dispersión! Solo el hombre necio
revolotea de una persona a otra, pensando que sobrevivirá si se dispersa. Concéntrese
en un único objetivo, en una sola tarea, y no ceda hasta alcanzarlo o
completarla. Casanova escribió: Siempre estuve convencido de que, si un hombre
se mete en la cabeza hacer determinada cosa y se consagra en forma exclusiva a
ese objetivo, sin duda lo logrará, a pesar de todas las dificultades. Ese
hombre podrá llegar a convertirse en Gran Visir o Papa”. Debe cuidar de no dispersar
tus fuerzas; por el contrario, procure concentrarlas. Ganará más descubriendo
un rico yacimiento y explotándolo en profundidad que pasando de un yacimiento
pobre a otro: la intensidad siempre triunfa sobre la dispersión. Baltasar
Gracián dijo en una ocasión: “Valore la intensidad más que la extensión. La
perfección reside en la calidad y no en la cantidad… La desgracia de los
hombres que tienen intereses generales muy variados y dispersos es que, si bien
quisieran meter la cuchara en todos los platos, terminan no metiéndola en
ninguno”. Recuerde que no se puede dar en dos blancos con una sola flecha. No
permita que sus pensamientos lo distraigan. Es necesario que la mente y la
flecha se conviertan en una sola cosa. Solo con ese tipo de concentración
mental y física su flecha podrá dar en el blanco.