Dicen que la mirada refleja nuestra alma. ¿Recuerdas cuando
nuestras miradas se cruzaron por primera vez? Todavía me acuerdo de esa primera
mirada que acabó en una sonrisa. Fue una extraña sensación de dos personas
desconocidas. No hubo trucos. Simplemente, nuestros ojos coincidieron en el
momento perfecto. ¿Un accidente o un capricho del destino? ¡No lo sé! Solo sé
que desde entonces jamás he sido capaz de sacarte de mi mente. ¿Recuerdas el
primer “Hola”? ¿El primer mensaje y las primeras mariposas? Yo recuerdo el
primer roce y el primer pensamiento de la mañana de mí, de ti, de nosotros dos.
Recuerdo la primera imaginación en la noche de vernos juntos de la mano.
¿Recuerdas el primer abrazo, el primer beso, nuestra primera fotografía? Porque
yo sí, lo recuerdo todo y te prometo que lo puedo recordar mil veces. Cada
lugar, cada detalle, cada momento. La primera mirada hizo saltar chispas, la
primera sonrisa prendió la llama, las primeras palabras avivaron el fuego, el primer
roce provocó un incendio… ¿Recuerdas nuestra primera aventura y nuestro primer día
juntos? Podría negarlo todo pero mi mirada y esta sonrisa que se dibuja al
verte, siempre me delata…