domingo, 28 de enero de 2018

No somos nada


No somos nada pero la quiero como si fuéramos todo. No somos nada y aun así ¡Yo siento de todo! No somos nada pero me importa mucho… No fuimos, ni somos, ni seremos. Porque para ser hay que estar, y no quisimos ni ser, ni estar, ni querer. Nos miramos, nos pensamos, nos deseamos, nos necesitamos, nos extrañamos pero… ¡No somos nada! Me gusta tanto que aunque no seamos nada le soy fiel. No somos novios, pero aun así la gente se pregunta: “Si no son novios, ¿Por qué se quieren tanto y por qué se celan?” ¡Cosas de la vida! Solo ella y yo nos entendemos. Me gusta y le gusto, pero… No somos nada. Entonces, ¿Por qué seguimos atados el uno al otro? ¿Por qué desaprovechamos alguna oportunidad que se presenta para amar a otra persona? ¿Será porque tenemos miedo a perdernos? ¡Díselo a mis celos! No somos nada pero sé que hay algo y quiero verla, pero… ¿Qué le voy a decir si no somos nada? Por ahora, lo nuestro es una especie de complicidad frente a otros, un secreto compartido, un pacto unilateral. Algo más que una amistad, algo menos que una aventura. Viene cuando me alejo, se va cuando me acerco. No puedo llamarla mía porque no lo es, ante la gente no somos nada pero a solas, somos todo… aunque no seamos nada. Lo somos todo ahora que no somos nada, el día que queramos ser todo ya no seremos nada.