Nunca permita que los otros lo mezclen en sus mezquinas peleas y
disputas. Muéstrese interesado y comprensivo, pero busque la forma de
permanecer neutral. Cuando se involucra en una lucha que no es la suya, los
intereses de los combatientes se convertirán en los suyos propios y usted se transformará
en una herramienta de ellos. Aprenda a controlarse, reprimiendo su natural tendencia
a tomar partido y a involucrarse en disputas. Sea amable y encantador con cada
uno de los contendientes y domine sus propias emociones. La mayoría de la gente
se maneja en un torbellino de emociones, reaccionando constantemente y
procurando allanar disputas y conflictos. Su autocontrol y su autonomía no harán
sino enfurecer a los demás. Tratarán de arrastrarlo al torbellino, y le rogarán
que tome partido. Si usted sucumbe a estos emotivos ruegos, poco a poco su
mente y su tiempo terminarán absorbidos por los problemas de los demás. Si no
puede mantenerse al margen por completo, sin ofender a las partes, muestre algo
de interés escuchando con expresión empática pero conservando su energía y su
cordura manteniendo sus emociones al margen de los sucesos. Recuerde que usted
solo dispone de una cantidad limitada de energía y tiempo. Cada momento desperdiciado
en los asuntos de los demás le quita tiempo y energía propios.