jueves, 11 de enero de 2018

Tome las copias y quèmelas


Hay una especie de estupidez testaruda que se repite a lo largo de la historia: La supersticiosa convicción de que si la persona que lo precedió triunfo haciendo A, B y C, usted puede recrear su éxito haciendo exactamente lo mismo. Este enfoque de “calcado” podrá seducir a quienes carecen de creatividad, ya que es fácil y atrae a los tímidos y a los perezosos. Einstein decía que: “Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes”. Cuando el general Douglas MacArthur asumió el mando de las fuerzas estadounidenses en las Filipinas durante la Segunda Guerra Mundial, un asistente le hizo llegar un libro con datos registrados por comandantes anteriores, referentes a métodos que les habían dado resultado. MacArthur preguntó al asistente cuantas copias había de aquel libro. Seis, le contestó el asistente. “Bien –dijo el general-, tome esas seis copias y quémelas… todas. No voy a atarme a antecedentes. Cada vez que aparezca un problema, tomaré la decisión en ese momento, y de inmediato”. Adopte esta implacable estrategia para con el pasado: queme todos los libros y enséñese a reaccionar frente a las circunstancias a medida que se produzcan. Quienes siguen los pasos de otro son tomados por imitadores. Por mucho que usted se esfuerce, nunca podrá librarse de esa carga. Es una habilidad nada común la de saber encontrar un nuevo camino hacia la excelencia, una moderna ruta hacia la celebridad. Hay muchos caminos hacia la distinción, y no todos se han transitado.