Las características con las que usted parece haber nacido no
necesariamente son lo que usted es; mas allá de las que ha heredado, sus
padres, sus amigos y sus pares lo han ayudado a modelar su personalidad. El
mundo quiere asignarle un papel en la vida y una vez que usted haya aceptado
ese papel ¡Estará condenado! Por tanto, fórjese una nueva identidad y sea dueño
de su propia imagen, en lugar de permitir que otros la definan por usted. Trabaje
en usted mismo, como lo hace el artista con la arcilla, debe ser una de sus
principales y más gratificantes tareas en la vida. ¿Recuerda a Proteo, el dios
griego de los mares? Su poder provenía de su habilidad de cambiar de forma a
voluntad, de ser lo que el momento exigía. Cuando Menelao, hermano de Amagenòn,
trato de apresarlo, Proteo se transformó en un león, luego en una serpiente,
una pantera, un jabalí, en las huidizas aguas de un arroyo y, por último, en un
frondoso árbol. Baltasar Gracián dijo: “Sepa ser todo para todos. Un discreto
Proteo, un intelectual entre intelectuales, un santo entre santos. En esto
radica el arte de ganar la adhesión de todos, ya que nada atrae tanto como lo
similar.” I de Corintios 9: 19 – 23 expresa que el apóstol Pablo, sin violar la
moralidad bíblica, vivió como judío cuando estaba con los judíos, vivió como gentil
cuando estuvo con los gentiles y cuando estuvo con los que tenían dudas, se comportó
con uno de ellos. Estaba dispuesto a ir tan lejos como fuese necesario a fin de
entrar en el mundo de otros y conducirlos a la salvación.