11.- No sea el cínico de la organización: Exprese admiración por
el trabajo bien hecho de los demás. Sus críticas constantes hacia otros se
trasladaran a su propia persona. Mostrar admiración por los logros de los
demás, llama la atención sobre los suyos propios.
12.- Obsérvese a sí mismo: El espejo nos evita cometer grandes
pecados contra la belleza y el decoro. Usted debe ser su propio espejo y
aprenda a verse como lo ven los demás, así evitará cometer más de un desatino.
13.- Controle sus emociones: Aprenda a llorar y a reír en el
momento indicado. Sea capaz de disimular su ira y su frustración así como
fingir satisfacción y consenso. ¡Sea el amo de su propio rostro!
14.- Adecúese al espíritu de los tiempos: Un cierto aire reminiscente
de otras épocas puede resultar encantador, pero hágalo con prudencia. Vestir a
la moda de hace diez años puede resultar ridículo.
15.- Sea una fuente de placer: El ser humano huye de todo lo
desagradable y ofensivo. Dado que la vida contiene tantas cosas desagradables y
los placeres son bastante escasos, usted puede convertirse en algo tan
indispensable como el pan de cada día. Jean de la Bruyere dijo: “Un hombre que
conoce la corte es amo de sus gestos, de su mirada y de su rostro; es profundo,
impenetrable; disimula los malos oficios, sonríe a sus enemigos, controla su
irritación, disimula sus pasiones, niega sus afectos, habla y actúa contra sus
sentimientos”.