Como hábil encantador, mantiene su atención en ella satisfaciendo su
ego, su vanidad y su amor propio. La escucha, la observa, la hechiza… Él se
convierte en una fuente de placer escuchando sus quejas, problemas y
dificultades, ¡Algo que nadie usualmente hace! Él se muestra alegre y divertido
porque sabe que es más encantador que ser serio y censurador. Su presencia enérgica
lo hace mostrarse cautivante en vez de aletargado lo cual insinuaría aburrimiento.
¿Lo mejor de todo? ¡Él tiene todas las respuestas! Cual solucionador de
conflictos la induce al sosiego y la comodidad, al comprender sus valores y
gustos. Otro rasgo que lo vuelve extremadamente seductor es su capacidad de
cumplir, de honrar sus promesas con acciones firmes: Cuando dice si es si,
cuando dice no es no. Jamás llega tarde a una cita o incumple un compromiso
acordado. Esto la mantiene acorralada de tensión e impaciencia contando cada
uno de los minutos que faltan para el encuentro acordado. El mundo está lleno
de personas absortas en sí mismos: sus necesidades y su anhelo de atención. En
cambio El, no habla mucho de sí mismo, lo que aumenta su misterio y oculta sus
limitaciones. Es una grata compañía con un interés tan delicioso e intenso que
la relaja y la hace abrirse sin inhibiciones. La seduce con una calidez difusa:
Unión sin sexo… (Continuará)